"No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos."

Hermann Hesse

Fotografía: Marta Linares


Es normal que se confundan, que se distraiga e incluso que no se llegue a entender. Es normal que las mentes más perversas intenten comparaciones odiosas y casi inimaginables (: bienaventurados los ignorantes). Es normal el daltonismo, la palabrería e incluso el desplante… Es normal la ceguera. Es normal que desde la televisión, o desde el plasma del bar todo quede con un aire onírico, desenfocado, casi irreal… Como un sueño mal recordado. Pero que poco a poco se irá haciendo cada vez más tangible, más real. Conforme te acercas al campo, al inconcluso templo de bendiciones verdiblancas, todo parece ir más deprisa. Como en un galope sostenido, que aporta ese extra que otros grandísimos equipos del mundo ya quisieran, si quiera rozar. Una afición como pocas en el mundo, una fé irremediable y anclada en el centro del pecho justo, traspasando el corazón… llegando a ese finísimo velo que guarda el alma... 11 gramos de alma guerrera, de lucha incesante, de descaro y desparpajo andaluz universal...

Hay algo más grande en el mundo que nacer bético??

Chesco Reyes

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jueves, 19 de diciembre de 2013

REAL BETIS 2 - 2 LERIDA UNIÓN DEPORTIVA



EL BETIS PASA A OCTAVOS SIN CONFIANZA Y AL BORDE DE LA ELIMINACIÓN


El Real Betis y el Lérida han empatado a dos goles en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. El Betis encarriló pronto el partido con dos goles pero el equipo de Seligrat logró empatar a dos, quedándose a un gol de lograr la machada y eliminar al Betis de Garrido. No muestra signos de mejoría el Betis, ni ningún tipo de confianza para la final del sábado ante el Almería.

No tiene un partido tranquilo el Real Betis. No es capaz de dominar con tranquilidad ni ante un Segunda B, con todos nuestros respetos, como es el Lérida. Pero, en un partido, que como en el de la ida en el Camp d'Esports que debió servir para que muchos jugadores se reivindicaran, precisamente ante un nuevo entrenador, el de vuelta ha tenido con incertidumbre a muchos seguidores béticos. El equipo de Juan Carlos Garrido se adelantó pronto y pareció dejar muy encarrilada la eliminatoria a los diez minutos, tras los dos goles de Paulao, a la salida de un córner, y de Amaya, con un espectacular zurdazo desde la frontal del área.

Es cierto que luego, en las botas de Juanfran y Salva Sevilla tuvo oportunidad de ampliar la cuenta, con una bonita vaselina que se quedó sin fuerza y un balón al palo respectivamente, pero ahí se quedó el Betis. Garrido quitó del campo a Amaya con problemas físicos y dio entrada a Dídac y el resto del equipo pareció relajarse. En esa relajación, el Lérida empezó a enlazar alguna buena jugada, eso sí, sin peligro sobre la portería defendida por Sara, pero el portero del Betis se convirtió en protagonista del gol que los visitantes marcaron antes del descanso. En el minuto 38, una falta lateral botada por el centrocampista Monforte, no fue rematada por ningún compañero ni despejada por ningún jugador del Betis y, en el efecto, Sara no pudo ni atajar ni despejar y el balón se coló en la portería bética. El gol llevó el enfado a los más de diez mil espectadores que se dieron cita en las gradas del Benito Villamarín y despidieron con pitos a los jugadores del Real Betis cuando se marchaban hacia los vestuarios al término del primer tiempo.

La segunda parte no pudo empezar peor y el Lérida le puso aún más incertidumbre al pleito, convirtiendo en un drama los más de 35 minutos restantes para el final del partido. En el 9 de la reanudación, Mata recogió un balón suelto de un barullo en el pico del área grande defendida por Sara y definió colocándo un zapatazo medido al palo largo, donde nada pudo hacer el portero bético. Garrido introdujo en el campo a Lolo Reyes en detrimento de Juanfran, dejando a Verdú escorado a la derecha, para tener algo más de controlado el centro del campo. El Lérida le dejó todo el balón y prácticamente todo el campo al Betis, al que esperó en la zona de tres cuartos de su campo para intentar salir a la contra y buscarle los espacios al Betis.

Pasaron muchos minutos en los que no pasó nada, el Betis pareció controlar la situación y como último recambio, Garrido introdujo a Vadillo en lugar de Verdú. El catalán se llevó una sonora pitada por los aficionados béticos, que ven como, partido tras partido, el jugador que venía como fichaje estrella para la presente temporada, no demuestra el porqué de su llegada. El partido entró en una fase fea, con alguna entrada dura provocada porque el Betis no echó un balón fuera del campo para que se atendiera a un jugador del Lérida. En los últimos minutos, hubo tiempo para que la grada, de forma unitaria pidiera, como ya hizo ante el Rijeka la dimisión del director deportivo Vlada Stosic y también, pero en poco menor medida, la marcha de los actuales miembros del consejo de administración.

El Betis de Juan Carlos Garrido no termina de solventar las dudas deportivas que lo asolan. Ha conseguido pasar a los octavos de final de la Copa del Rey, donde jugará a partir de enero, ante el Celta o el Athletic, que dirimen su eliminatoria mañana en San Mamés. Pero este Betis no genera ninguna confianza de cara al sábado ante el Almería, partido vital, como dijera Garrido en la previa ante el Lérida.

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