A los diez minutos, el centro del campo del Betis dejó un boquete, el habitual boquete que no saben tapar ni Lolo Reyes ni Matilla, y que es más común desde que Xavi Torres se lesionó. El chileno no sabe ni dónde anda, y el manchego juega a un ritmo tres o cuatro veces inferior no ya al Real Madrid, sino a cualquier rival que se enfrente a los verdiblancos. El caso es que el mediocampo es nefasto, como tantas otras posiciones. Y ese inexistente centro del campo dejó a Cristiano Ronaldo un aclarado casi delictivo cerca del área. Precisamente lo que más gusta al recién designado Balón de Oro. Y el luso no perdonó, la clavó y puso a su equipo por delante.
Es normal que se confundan, que se distraiga e incluso que no se llegue a entender. Es normal que las mentes más perversas intenten comparaciones odiosas y casi inimaginables (: bienaventurados los ignorantes). Es normal el daltonismo, la palabrería e incluso el desplante… Es normal la ceguera. Es normal que desde la televisión, o desde el plasma del bar todo quede con un aire onírico, desenfocado, casi irreal… Como un sueño mal recordado. Pero que poco a poco se irá haciendo cada vez más tangible, más real. Conforme te acercas al campo, al inconcluso templo de bendiciones verdiblancas, todo parece ir más deprisa. Como en un galope sostenido, que aporta ese extra que otros grandísimos equipos del mundo ya quisieran, si quiera rozar. Una afición como pocas en el mundo, una fé irremediable y anclada en el centro del pecho justo, traspasando el corazón… llegando a ese finísimo velo que guarda el alma... 11 gramos de alma guerrera, de lucha incesante, de descaro y desparpajo andaluz universal...
Hay algo más grande en el mundo que nacer bético??
Chesco Reyes
PARTICIPA
domingo, 19 de enero de 2014
R. BETIS 0 - 5 R. MADRID
A los diez minutos, el centro del campo del Betis dejó un boquete, el habitual boquete que no saben tapar ni Lolo Reyes ni Matilla, y que es más común desde que Xavi Torres se lesionó. El chileno no sabe ni dónde anda, y el manchego juega a un ritmo tres o cuatro veces inferior no ya al Real Madrid, sino a cualquier rival que se enfrente a los verdiblancos. El caso es que el mediocampo es nefasto, como tantas otras posiciones. Y ese inexistente centro del campo dejó a Cristiano Ronaldo un aclarado casi delictivo cerca del área. Precisamente lo que más gusta al recién designado Balón de Oro. Y el luso no perdonó, la clavó y puso a su equipo por delante.
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