BETIS 1 - 2 CELTA
AVISADO QUEDA
Nadie dijo que esta temporada, con tres competiciones, iba a ir todo rodado, aunque tampoco hay que abrir un gabinete de crisis tras las dos derrotas con las que el Betis ha arrancado esta Liga. Si ante el Real Madrid no mereció perder, esta noche frente al Celta quizá tampoco, aunque ya se sabe que en el fútbol no hay que merecerlo, sino conseguirlo, y es terriblemente difícil encontrar el premio de la victoria si, como ha sucedido en la primera parte, se fallan tantas ocasiones y tan claras. Dos partidos, dos derrotas. Queda mucho, pero esto es un aviso.
Desde luego, por ocasiones en la primera parte no fue, ya que los verdiblancos tuvieron hasta seis oportunidades de gol, algunas de ellas tremendamente claras, para irse al descanso con una cómoda ventaja y no con el empate a cero que reflejaba el marcador, consecuencia clara de la falta de acierto de los béticos y de la inspirada actuación de Yoel, el prometedor guardameta de los visitantes.
Verdú fue el primero a punto de cantar gol. A los tres minutos, botó una falta desde el pico derecho del área que Yoel, con una buena estirada a ras de hierba, desvió a córner. Poco después la tuvo Paulao, que cabeceó con potencia un cabezazo que no fue gol porque Yoel lo repelió con otra acertada parada de Yoel.
Las más claras, sin embargo, estaban aún por llegar. Cedrick se quedó solo ante el meta rival y en lugar de colocar el balón lo estrelló contra el cuerpo de éste. Y luego, para terminar, las dos de Jorge Molina, que no suele fallar ocasiones tan manifiestas como las que dispuso esta noche. En la primera, mandó el balón al larguero cuando remataba sobre la línea de área pequeña, aunque más grave si cabe fue la que se le presentó a continuación: la defensa viguesa, en un fallo clamoroso, le regaló el balón y pese a que tuvo todo el tiempo del mundo para batir a Yoel, terminó lanzando al muñeco.
La segunda parte fue un querer y no poder con el factor añadido del cansancio acumulado por el envite europeo del pasado jueves en Chequia. La defensa del Celta se ajustó y los jugadores del Betis, que tenían aún muy frescas todas las ocasiones marradas en la primera parte, empezaron a caer en la impaciencia y a perder clarividencia en sus acciones. El Celta fue ganando metros, llegando cada vez más cerca de la portería de Sara (en los primeros 45 minutos sólo lo hicieron con dos contras peligrosísimas en las que le perdonaron la vida al Betis) y, sobre todo, teniendo el control de la situación.
Al final, terminó sucediendo lo que se temía la grada, que veía que el partido ya no era del Betis. Charles, goleador nato, aprovechó un balón muerto dentro del área para, en el minuto 66, poner el 0-1 en posible fuera de juego, mientras que Nolito, ése que el verano pasado estuvo en la órbita bética, hacía el 0-2 al culminar una buena acción individual con un disparo en el que pudo hacer algo más Sara, ya que el esférico volvió a entrar por su palo.
Rubén Castro anotaba su primer gol de la Liga en el minuto 90 para darle emoción al descuento. Pero ni Chuli, con un disparo a la cruceta, ni Verdú, a la desesperada desde la frontal del área en el último intento, acertaron con la portería de Yoel para conseguir la hazaña y, al menos, arañar un punto.
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