"No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos."

Hermann Hesse

Fotografía: Marta Linares


Es normal que se confundan, que se distraiga e incluso que no se llegue a entender. Es normal que las mentes más perversas intenten comparaciones odiosas y casi inimaginables (: bienaventurados los ignorantes). Es normal el daltonismo, la palabrería e incluso el desplante… Es normal la ceguera. Es normal que desde la televisión, o desde el plasma del bar todo quede con un aire onírico, desenfocado, casi irreal… Como un sueño mal recordado. Pero que poco a poco se irá haciendo cada vez más tangible, más real. Conforme te acercas al campo, al inconcluso templo de bendiciones verdiblancas, todo parece ir más deprisa. Como en un galope sostenido, que aporta ese extra que otros grandísimos equipos del mundo ya quisieran, si quiera rozar. Una afición como pocas en el mundo, una fé irremediable y anclada en el centro del pecho justo, traspasando el corazón… llegando a ese finísimo velo que guarda el alma... 11 gramos de alma guerrera, de lucha incesante, de descaro y desparpajo andaluz universal...

Hay algo más grande en el mundo que nacer bético??

Chesco Reyes

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sábado, 6 de abril de 2013

GRANADA 1 - 5 BETIS


GANA PUNTOS PARA EUROPA Y CONFIANZA  DE CARA AL DERBI



Dos grandes noticias han dejado la visita del Betis al campo del Granada. Por un lado, el equipo de Pepe Mel suma tres puntos muy importantes de cara a su pelea por alcanzar plaza en competición europea. Además, sale muy reforzado en el aspecto moral ante la gran cita que tiene dentro de siete días. Ninguno de los apercibidos fue sancionado y la ilusión gana enteros entre la afición. El derbi es muy importante y máxime tras lo ocurrido en la primera vuelta, pero con lo ocurrido hoy se demuestra que se puede competir y ganar aunque mires de reojo al próximo partido.

Con cinco cambios en el once respecto al partido del pasado lunes arrancaba el Betis su partido en Granada. Decidió Pepe Mel dejar a Juan Carlos en el banquillo y Adrián era el único futbolista apercibido de la plantilla que salía de inicio. Había interés por ver la respuesta  a nivel colectivo y también en el plano individual. Gente como Álex Martínez, Nosa, Rubén Pérez y Vadillo llevaban mucho tiempo sin arrancar un encuentro entre los titulares.
El nigeriano tardó quince segundos en dejar su tarjeta de visita en forma de entrada peligrosa sobre un rival, jugándose la posibilidad de ser uno de los expulsados más prematuros de la historia liguera. Pérez Lasa le mostró tarjeta amarilla y los béticos respiraron aliviados. El Granada apretaba de salida y el Betis esperaba para robar y salir, por ejemplo, con la velocidad de Vadillo y Pabón.  El balón iba de un lado a otro, a un ritmo elevado y sin pausa alguna. Las transiciones se hacían a gran velocidad y el control en el centro del campo era inexistente por parte de ambos equipos. En el ecuador de la primera parte bajaron un poco las revoluciones yAdrián tenía que aparecer para detener un par de disparos de los locales.
Cuando un partido se presenta como un intercambio de golpes, el Betis cuenta con papeletas para ganar gracias, principalmente, a un tal Rubén Castro. En apenas tres minutos, el canario anotó dos goles, sumando ya 15, uno menos de los que logró en la pasada temporada. En el origen de ambos tantos apareció en escena el canterano Vadillo, brillante en la asistencia aPabón en el segundo de los goles. La suerte se aliaba definitivamente con los béticos cuando a renglón seguido, un cabezazo de Paulao a la salida de una falta, con fallo del guardameta Toño incluido, entraba en la portería tras pegar en el larguero y en el defensa local Iñigo López. Tres goles en apenas cinco minutos que, unido a uno anulado por Pérez Lasa al Granada en un fuera de juego muy justo, deja el partido prácticamente sentenciado.
El segundo tiempo permitió al Betis ganar confianza para lo que viene la próxima semana. Con un rival entregado, el equipo de Mel aprovechó para ampliar la cuenta con el cuarto gol, anotado por Pabón a pase de un Rubén Castro que poco antes había mandado fuera una ocasión muy clara. El colombiano dio el susto cuando un rival cayó encima suya, provocando que Mel no tardara ni un segundo en hacer el cambio. El partido fue perdiendo fuerza y sólo las ganas de los locales por evitar un sonoro ridículo le dio algo de vida a los minutos finales, frente a un Betis que cerró la goleada con un nuevo tanto al contragolpe de Ángel
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