BETIS 1 - 2 MALLORCA
Tan injusta como previsible
El Betis cayó derrotado esta tarde ante el Mallorca en un choque en el que los verdiblancos acabaron pagando la relajación que les otorgó el gol de Beñat nada más comenzar y la malla actuación del colegiado del encuentro, Undiano Mallenco. Se vio con tanta superioridad en los primeros compases que el Mallorca sólo necesitó una llega para empatar y un penalti regalado por el colegiado para llevarse los tres puntos del encuentro.
El choque no pudo empezar mejor para el Betis cuando, a los cinco minutos, ya ganaba por 1-0 gracias a una falta de Beñat. El lanzamiento del vasco, escorado en una banda, se paseaba por el área sin que nadie la tocara introduciéndose en el fondo de la red. A raíz del tanto del centrocampista verdiblanco, las ocasiones se sucederían sin descanso, con un Mallorca muy endeble en defensa. Primero Campbell, después Jorge Molina, de nuevo el costarricense y Beñat, dispusieron de sendos remates que no encontraron puerta.
El conjunto verdiblanco dominaba por completo el choque, con un Mallorca que se las veía muy apuradas para sacar el balón jugado desde la defensa, en gran parte debido a la presión local. Sin embargo, en la única llegada con peligro del conjunto balear en toda la primera mitad, Víctor remataba ante un endeble Nacho un balón desde la izquierda para llevar el 1-1 al marcador. Un despiste, un tanto.
Pero el Betis no le perdió la cara al choque y continuó buscando la meta de Aouate, con una internada tras otra de Nacho, que encontraba un carril abierto por su banda, si bien erraba normalmente en la decisión final. Un último disparo de Cañas obligaba a lucirse al portero visitante, que desvió su disparo desde la frontal del área a córner.
Si bien empezó la primera parte, no pudo empezar peor la segunda. El árbitro metía dentro del área una falta de Mario a Víctor y Javi Márquez convertía el lanzamiento desde los once metros. Tocaba remontada con el equipo de Caparrós comenzando a jugar su partido. Mel reaccionaba de inmediato dando entrada a Pozuelo y Vadillo por Rubén Pérez y Campbell. Tras un par de disparos de Chica desde la frontal y viendo que el Mallorca se iba a limitar a encerrarse en su área y salir al contragolpe, Mel agotaría pronto los cambios dando entrada a Agra por Jorge Molina para abrir el campo.
Undiano siguió con su particular actuación perdonándole la segunda amarilla a Giovani y el Betis entrando al trapo de ese llamado “otro fútbol”, todo se iba torciendo. El conjunto verdiblanco no mejoró con los cambios y estaba precipitado en todas sus acciones. El quiero y no puedo final desató la impotencia de quién sabe que tenía el partido de cara y lo dejó escapar. Amaya, como último recurso en punta, tampoco funcionó.
El conjunto verdiblanco dominaba por completo el choque, con un Mallorca que se las veía muy apuradas para sacar el balón jugado desde la defensa, en gran parte debido a la presión local. Sin embargo, en la única llegada con peligro del conjunto balear en toda la primera mitad, Víctor remataba ante un endeble Nacho un balón desde la izquierda para llevar el 1-1 al marcador. Un despiste, un tanto.
Pero el Betis no le perdió la cara al choque y continuó buscando la meta de Aouate, con una internada tras otra de Nacho, que encontraba un carril abierto por su banda, si bien erraba normalmente en la decisión final. Un último disparo de Cañas obligaba a lucirse al portero visitante, que desvió su disparo desde la frontal del área a córner.
Si bien empezó la primera parte, no pudo empezar peor la segunda. El árbitro metía dentro del área una falta de Mario a Víctor y Javi Márquez convertía el lanzamiento desde los once metros. Tocaba remontada con el equipo de Caparrós comenzando a jugar su partido. Mel reaccionaba de inmediato dando entrada a Pozuelo y Vadillo por Rubén Pérez y Campbell. Tras un par de disparos de Chica desde la frontal y viendo que el Mallorca se iba a limitar a encerrarse en su área y salir al contragolpe, Mel agotaría pronto los cambios dando entrada a Agra por Jorge Molina para abrir el campo.
Undiano siguió con su particular actuación perdonándole la segunda amarilla a Giovani y el Betis entrando al trapo de ese llamado “otro fútbol”, todo se iba torciendo. El conjunto verdiblanco no mejoró con los cambios y estaba precipitado en todas sus acciones. El quiero y no puedo final desató la impotencia de quién sabe que tenía el partido de cara y lo dejó escapar. Amaya, como último recurso en punta, tampoco funcionó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario