GETAFE 2 - 4 BETIS
Victoria por Calidad
Victoria por Calidad
Tres fogonazos de calidad en quince minutos de la segunda parte han desequilibrado del lado del Betis un partido en el que los verdiblancos se mostraron muy firmes en defensa cuando el Getafe llevó la iniciativa y que, sobre todo, deja al cuadro bético, después de diez jornadas disputadas, en la cuarta posición de la clasificación, lugar de ensueño al que, por supuesto, no se llega a estas alturas de Campeonato de casualidad. Jorge Molina, al empujar a gol una gran combinación colectiva nacida en las botas de Salva Sevilla y continuada por Rubén Castro; Beñat, con un lanzamiento de falta directa realmente extraordinario; y Rubén Castro y Salva Sevilla, al definir con precisión sendos contragolpes, materializaron los tantos que propiciaron el 2-4 final.
El primer tiempo dejó más bien poco por parte del Betis, que centró sus esfuerzos en las labores de contención, mostrándose mucho más sólido en las tareas defensivas que acertado en ataque, hasta el punto de que no llegó a rematar ni una sola vez con peligro sobre la portería del Getafe durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Fue en el primer cuarto de hora cuando más sufrieron los de Pepe Mel, que de inicio se vieron obligados a fajarse en defensa ante las peligrosas acometidas inicialmente por los locales, que tuvieron en Pedro León a su hombre más destacado.
El encuentro cambió radicalmente tras el descuento. Todo lo bueno llegó entonces. El Getafe salió con la misma predisposición que en la primera mitad, la de marcar cuanto antes, y Álvaro Vázquez, completamente solo ante un indefenso Adrián, no acertó a definir un buen pase de Pedro León. Justo después llegaría el primer acercamiento del Betis, con un disparo lejano de Rubén Castro, que no fue sino la antesala del primer tanto bético. Corría el minuto 60 cuando, en línea de tres cuartos, Salva Sevilla dibujó un magnífico pase diagonal hacia Rubén Castro, quien, en lugar de culminar por sí mismo, cedió el esférico a Jorge Molina, que, completamente solo en torno al punto de penalti, mandó el esférico a gol.
Quizá, por lo visto hasta entonces, era demasiado premio para el Betis y demasiado castigo para el Getafe, pero a estas alturas ya sabe todo el mundo lo que importa realmente en el fútbol. Los azulones, enrabietados, fueron decididamente a por el empate, algo que no tardó en llegar: Diego Castro marcó tras recibir una sensacional asistencia de Paco Alcácer a través de un control orientado rebosante de clase.
Lejos de venirse abajo, el Betis siguió firme en el partido, si bien es cierto que el segundo golpe en la mejilla del Getafe llegó por medio de otra genialidad de Beñat a balón parado. Falta en el pico derecho del área local, factible para un lanzador diestro. Hasta allí fue, cómo no, Beñat, quien, todo sea dicho, había estado bastante discreto hasta ese momento. Pese a tener poco ángulo, el centrocampista internacional realizó un fabuloso lanzamiento que se coló en la escuadra izquierda de la portería defendida por Moyà. Golazo. Imparable. Posiblemente el mejor gol de falta de todos que Beñat ha conseguido. Impresionante.
El 1-2 noqueó al Getafe, hecho que el Betis, eufórico, aprovechó para poner la puntilla inmediatamente. Rubén Castro, caído a la banda derecha, recibió el balón en una contra y definió con serenidad ante la meta rival. A un cuarto de hora del final, el Betis tenía el partido más que encarrilado, aunque el tanto de Pedro León en el minuto 89 metió lógicamente el miedo en el cuerpo de los verdiblancos. El Getafe se fue a la desesperada en busca del empate en el descuento, pero, lejos de conseguir su objetivo, vio cómo tres jugadores verdiblancos se iban en solitario hacia la meta de Moyà. Salva Sevilla conducía el esférico y fue él quien resolvió para culminar una sobresaliente actuación personal y un formidable triunfo bético.
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