GANA AL MADRID Y SE RECONCILIA CON LA AFICIÓN
Llegaba el Betis herido en su orgullo. La estocada sufrida en el derbi fue dura. Por ello, había ganas de conocer la respuesta del equipo ante su público. Y la misma no pudo ser mejor, con una victoria por 1-0 ante el Real Madrid. Los futbolistas, ayudados por una grada que desde el pitido inicial se dedicó a animar a los suyos, realizaron un encuentro lleno de intensidad y, por momentos, buen juego. Beñat adelantó al cuarto de hora a los verdiblancos con un gran disparo desde fuera del área. Un gol que llevó la alegría a la grada que, en realidad, tenía muchas ganas de estar con el equipo. Apenas se notaron, además, las ausencias. Y es que Dorado y Amaya no pasaron apuros ante la delantera de todo un Real Madrid. Ya en el segundo tiempo, tras unos primeros momentos de agobio madridista, los béticos poco a poco se fueron sintiendo cómodos sobre el césped, aguantando atrás y esperando que llegara un oportuno contrataque. El Madrid, por su parte, intentó el empate, pero no pudo perforar la portería verdiblanca.
Pasaban los minutos y al Betis cada vez le costaba más salir de su campo. Los béticos esperaban atrás aguardando una contra que les diera algo de aire, pero se mostraban algo imprecisos en el pase. Pero en esas, cuando los verdiblancos parecían volver a entonarse, Beñat recibió la pelota al borde del área tras un saque de banda para, de un fuerte derechazo, mandar el balón al fondo de las mallas y establecer el primer tanto de la noche en el minuto 16. Al gol le sucedieron los mejores minutos béticos. En el 22, Beñat, muy activo durante toda la primera parte, trenzaba una bonita jugada con Salva Sevilla, otro de los destacados. A continuación, el cordobés mandó un buen balón en profundidad a Rubén Castro que cruzó con la zurda, haciendo que Casillas se empleara a fondo para evitar el segundo tanto. A pesar de todo, el Madrid creaba peligro a la contra. Tanto es así, que a la media hora Di María estuvo a punto de empatar. Instantes después, el árbitro, a instancias de su asistente, anulaba un gol madridista por fuera de juego de Benzema. Rápidamente, el Betis respondió con una gran jugada de Cañas quien, tras recuperar el balón en el centro del campo, combinó con Rubén Castro para que el canario disparara con la zurda. Su tiro fue repelido por Pepe. Llegó el descanso con un Betis que parecía encerrar a su rival por momentos, aunque el marcador no se movió.
Antes de comenzar el segundo tiempo, Mourinho movió el banquillo para dar entrada a Modric y Kaká. Los cambios parecieron darle vida a los madridistas, que se mostraban con un mayor poderío ofensivo. El Madrid mandaba y los verdiblancos esperaban agazapados en su campo esperando el contraataque. En esas llegó la ocasión más clara para los merengues. Pepe mandó un balón largo a Cristiano. El portugués remató y Ángel evitó bajo el larguero que Benzema estableciera el empate. Un minuto después, Adrián realizaba una gran parada tras un disparo lejano de Kaká. Así las cosas, Pepe Mel decidió agitar el banco y sacó a Jorge Molina por Juan Carlos. Con el paso de los minutos, el Betis se fue sacudiendo el agobio rival. La afición apretaba y el equipo se sentía cómodo. Incluso, tuvo sus oportunidades para ampliar su ventaja, pero Salva Sevilla, primero, y Rubén Castro, después tras una buena contra, no supieron resolver con acierto.
En los últimos momentos era lógico esperar que los madridistas avasallasen el marco bético con constantes llegadas. A pesar de todo, el equipo bético se sentía cómodo con la situación del partido. Los de Mourinho lo intentaron por todos los medios, pero no se mostraban acertados, lo que hizo que el Betis se creciera y que consiguiera defender el tanto de Beñat. Una victoria que permite al Betis mantenerse en los puestos altos de la tabla y que, además, le sirve para reconciliarse con la afición.
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