"No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos."

Hermann Hesse

Fotografía: Marta Linares


Es normal que se confundan, que se distraiga e incluso que no se llegue a entender. Es normal que las mentes más perversas intenten comparaciones odiosas y casi inimaginables (: bienaventurados los ignorantes). Es normal el daltonismo, la palabrería e incluso el desplante… Es normal la ceguera. Es normal que desde la televisión, o desde el plasma del bar todo quede con un aire onírico, desenfocado, casi irreal… Como un sueño mal recordado. Pero que poco a poco se irá haciendo cada vez más tangible, más real. Conforme te acercas al campo, al inconcluso templo de bendiciones verdiblancas, todo parece ir más deprisa. Como en un galope sostenido, que aporta ese extra que otros grandísimos equipos del mundo ya quisieran, si quiera rozar. Una afición como pocas en el mundo, una fé irremediable y anclada en el centro del pecho justo, traspasando el corazón… llegando a ese finísimo velo que guarda el alma... 11 gramos de alma guerrera, de lucha incesante, de descaro y desparpajo andaluz universal...

Hay algo más grande en el mundo que nacer bético??

Chesco Reyes

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viernes, 23 de diciembre de 2011

BETIS 2 - 1 CORDOBA. ADIOS A LA COPA

                       
    2 -1               



Al Betis le pasa factura su mal partido en la ida




 El Betis cayó eliminado de la Copa a pesar de ser mejor que un Córdoba que no perdió la cara en toda la eliminatoria. Los de Paco Jémez supieron beneficiarse de su gran partido en El Arcángel, donde vencieron gracias al gol de Pepe Díaz. Por los locales, marcó Jorge Molina los dos tantos, mientras que por el Córdoba marcó Borja, evitando así la machada verdiblanca.
El Betis quiso mandar en el juego, pero el Córdoba no se achicó
Pepe Mel salió al ataque desde el primer minuto de partido, y fue el conjunto verdiblanco el que dominó el encuentro. El Córdoba, eso si, no se achicó en ningún momento y, a la vez que aguantaba las acometidas de los locales, intentaba contraatacar mediante Borja, Charles y Pepe Díaz. Fue en una de estas cuando los de Paco Jémez golpearon primero. Borja se quedó solo ante Fabrizio y le cruzó la pelota segundo palo, donde Fabricio no pudo hacer nada por atraparla.
Poco después el meta tenía que ser sustituido por Goitia, tras un golpe involuntario de Pepe con la rodilla en una ocasión de gol. Hasta ese momento, el portero había estado muy seguro bajo los palos, al igual que en la ida. Poco después de su marcha, llegó el primer tanto bético y reacción verdiblanca. El centro de Montero lo bajó Rubén Castro dejando solo a Jorge Molina, que sólo tuvo que empujar la pelota. El Betis controlaba el balón, pero no llegaba con claridad. Pozuelo lo intentaba incansablemente por la banda, pero sus centros no transmitían peligro alguno. Además, el buena hacer de Arias también evitó que el resultado fuese mayor.
El balón fue del Betis, pero las ocasiones no llegaron
En el segundo tiempo se vio a un Córdoba encerrado atrás, bien colocado, esperando a hacer una contra que sentenciara el partido. Sólo diez minutos después, una falta botada por Beñat fue detenida por Arias, pero el rechace fue aprovechado por Jorge Molina para hacer el segundo del conjunto bético. Con la esperanza más alta que nunca, los de Pepe Mel se lanzaron al ataque sin ninguna duda, pero en ningún momento dieron sensación real de peligro para la zaga cordobesa.
Ya en la prolongación, Arias sacó dos manos milagrosas. La primera, a la salida de un córner cuando la pelota se paseaba por el área. La segunda, a Dorado, que disparó flojito desde dentro del área con más ilusión que efectividad. Al final, el Córdoba estará en el bombo tras hacer un gran partido de ida y un más que aceptable encuentro de vuelta.         

Marca.com

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