Para mi... ¡¡mucho más que ser simpatizante de un equipo de fútbol; más que una simple afición futbolera!!.¿Bético se nace?: ¡No!. Todo viene de mucho antes; el bético "se fabrica" en el momento del coito; es ahí cuando empiezan a engranarse sabiamente todas las piezas. Es algo generacional; un gen que transportan los espermatozoides más inteligentes -que no siempre los más rápidos, claro- hacia los óvulos más ambiciosos.Ser del Betis es tener la sangre verde, aunque el daltonismo generalizado en la especie humana haga que la mayor parte de la gente la vea roja. El latido de un corazón bético suena distinto; con un ritmo especial...Ser bético implica reconocer en lo más hondo del alma que "nuestro equipo" siempre estará ahí; por encima de cualquier circunstancia, personaje y, lo más importante, por encima de cualquier resultado. Porque siempre se tiene presente, con la ilusión y la confianza en cada partido, en cada minuto de juego, de que "nuestro equipo" nos hará volar como lo hacen los pájaros más atrevidos, por encima del cielo de nuestra ciudad; Sevilla, de nuestra tierra andaluza, ... ¡¡por encima de cualquier fantástica sensación!! Como siempre dispuestos a "empujar el balón" con mil gritos y cánticos, cientos de banderas y bufandas, millones de palmadas,... para llevar a "nuetro Betis del alma" en volandas hacia el mayor de los éxitos: el de la simpatía mundial; su incomparable universalidad; "la verdad de las trece barras". Y es que el Betis siempre será el Betis; el equipo de la legendaria ciudad de Sevilla; el equipo de los corazones generosos y las inteligencias superiores; ...¡¡¡el REAL BETIS BALOMPIÉ!!!
No lo olvides, bético. No lo olvides. No olvides llevarte aquel escalofrío que notaste la primera vez que saliste del vomitorio. No olvides llevar el tacto de aquella mano, la mano arrugada de tu abuelo o la mano fuerte de tu padre. No olvides llevar aquella carantoña en el pelo, aquel picor de la camiseta recién comprada, aquel susurro al oído de la voz querida y respetada. No olvides llevar aquel recuerdo, aquella emoción, aquel momento, aquel instante en que el tiempo se paralizó en tus ojos de niño y estos se iluminaron como nunca. No olvides llevar tus nervios, tu mano cerrándose con fuerza, aquel olor inconfundible en el que se mezclaban tantas cosas. No olvides llevarte aquella mirada de reojo con la boca entreabierta en la que viste a tu abuelo, a tu padre, mirando al cielo. No olvides llevarte tu extrañeza de entonces que es plena y dolorosa comprensión ahora. No olvides llevarte esa misma mirada al cielo para buscar la mano que aquel día te estrechaba. No olvides llevarte aquel “Beeeti” que se te clavó en el alma la primera vez que lo escuchaste. No lo olvides, bético. No lo olvides. NUNCA OLVIDEMOS LO QUE SOMOS.
¡¡¡VIVA EL BETICISMO!!!
¡¡¡VIVA EL REAL BETIS BALOMPIE!!!
Rafael Chacón
No hay comentarios:
Publicar un comentario