BETIS 3- 1 TENERIFE

BETIS 3 - 1 TENERIFE

Virtualmente... el Betis es nuevo equipo de Primera

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• El Benito Villamarín, nombre recuperado a mitad de esta temporada por el Betis, fue una auténtico fiesta para celebrar el triunfo del conjunto verdiblanco sobre el Tenerife por 3-1, una victoria que deja a los verdiblancos virtualmente en Primera división... y a los isleños con pie y medio en la División de Bronce, un descenso que sería matemático este jueves si el Salamanca ganase.
  Para que el ascenso del Betis sea matemático e irrefutable sólo resta que el Celta no gane este jueves en Salamanca o que los verdiblancos sumen un punto más en las cuatro jornadas que restan. Incluso si los andaluces no sumasen un punto más y los gallegos todos... el cuadro de Vigo debería, además, dar la vuelta a una diferencia de ¡ 23 goles ! en el 'goal average' general.
  En el césped del feudo heliopolitano se encontraron dos equipos con intereses contrapuestos, pues el local buscaba certificar que la próxima campaña estará entre los grandes del fútbol español y el visitante necesitaba ganar para mantener viva sus escasas opciones de no perder la categoría por segundo año consecutivo.
  No dio tiempo a verse con qué intención se iba a plantar el equipo insular ante un adversario motivado por una afición que llenaba el estadio, ya que a los tres minutos el colegiado Piñeiro Crespo consideró penalti de Pablo Sicilia sobre Rubén Castro una jugada en la que el delantero bético luchó en la línea de fondo y acabó cayéndose al suelo o dejándose caer... ante el defensor tinerfeño que se confió en demasía para que la pelota se fuera a saque de puerta.
  El propio Rubén Castro transformó el penalti y el líder de la categoría ya se puso con el marcador a favor ante un adversario que tardó en reaccionar al 'mazazo'. De hecho, los de Pepe Mel siguieron dominando con claridad y mantuvieron su intensidad ante una inocente defensa, con lo que superado el primer cuarto de hora de juego llegó una rápida y buena jugada de triangulación de los verdiblancos que culminó Salva Sevilla con el 2-0 tras una perfecta y suave dejada de Rubén Castro.
  Quiso el Tenerife, con todo ya perdido, mostrar algo de lo que tenía preparado y adelantó las líneas, hasta el punto de que el meta Casto tuvo que sacar una mano prodigiosa para evitar que Mikel Alonso recortara diferencias.
  La formación que dirige David Amaral tocó mejor en el centro del campo y el partido se equilibró. Así y con la aportación de Germán en punta de ataque, quien finalmente salió de titular al lesionarse en el calentamiento Antonio Hidalgo, comenzaron a llegar más ocasiones insulares hasta que a falta de ocho minutos para el descanso Julio Álvarez logró el 2-1 tras culminar con una vaselina perfecta sobre Castro una rápida contra visitante. Incluso minutos después Iriome estuvo cerca del empate, pero el meta verdiblanco volvió a intervenir con mucho acierto.
  Todo lo bueno que hizo en la faceta de creación el Tenerife, lo desperdició en la defensa, que volvió a estar inocente para que Isidoro pusiera el 3-1 cuando el árbitro estaba a punto de señalar el descanso. El lateral derecho local no sólo se marchó como quiso por la línea de fondo, sino que incluso su centro-chut fue ayudado a entrar en la meta visitante tanto por el meta Sergio Aragoneses, en su intento de detener el disparo, como por el propio poste.
  En la segunda parte, el Betis bajó su intensidad y el Tenerife tuvo mucho más tiempo el balón, pero con escasa mordiente para acortar las distancias en el marcador. Las fuerzas se le fueron a los tinerfeños en el tramo final del choque y eso hizo que el Betis diera el partido por ganado sin ningún sobresalto mientras que la grada festejaba el virtual ascenso. Y es que los últimos minutos fueron una auténtica fiesta en las gradas de un Benito Villamarín que la próxima campaña volverá a ver fútbol de Primera división... tres temporadas después.
  
  
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