"No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos."

Hermann Hesse

Fotografía: Marta Linares


Es normal que se confundan, que se distraiga e incluso que no se llegue a entender. Es normal que las mentes más perversas intenten comparaciones odiosas y casi inimaginables (: bienaventurados los ignorantes). Es normal el daltonismo, la palabrería e incluso el desplante… Es normal la ceguera. Es normal que desde la televisión, o desde el plasma del bar todo quede con un aire onírico, desenfocado, casi irreal… Como un sueño mal recordado. Pero que poco a poco se irá haciendo cada vez más tangible, más real. Conforme te acercas al campo, al inconcluso templo de bendiciones verdiblancas, todo parece ir más deprisa. Como en un galope sostenido, que aporta ese extra que otros grandísimos equipos del mundo ya quisieran, si quiera rozar. Una afición como pocas en el mundo, una fé irremediable y anclada en el centro del pecho justo, traspasando el corazón… llegando a ese finísimo velo que guarda el alma... 11 gramos de alma guerrera, de lucha incesante, de descaro y desparpajo andaluz universal...

Hay algo más grande en el mundo que nacer bético??

Chesco Reyes

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martes, 14 de diciembre de 2010

BETIS 3 - 1 CÓRDOBA

Sólo un nuevo error defensivo metió al Córdoba en el partido

PARTIDO PLÁCIDO Y SIN MUCHA HISTORIA: 3 NUEVOS PUNTOS

Salva Sevilla lideró el juego ofensivo de los jugadores de Pepe Mel

Partido cómodo y casi placentero el que se vivió el domingo en el Benito Villamarín. Sin embargo, un nuevo error en defensa propició que de nuevo, un encuentro tranquilo corriera peligro durante algunos minutos. Pese a todo, el Betis logró imponerse en un partido sin mucha historia en el que a base de pegada, y algo de fortuna en los goles, logró hacerse con tres nuevos puntos que abre la brecha con el Celta, el que marca el ascenso directo, a 6 puntos.

Los primeros 20 minutos apenas tuvieron historia. Demasiadas imprecisiones de ambos conjuntos, con mucho juego en largo, excesivo fútbol en el centro del campo y mucha horizontalidad. Lo más destacable era la velocidad de Miguel Lopes por la derecha, de nuevo como extremo. Aunque ese peligro se desvaneció cuando el portugués, en una acción fortuita, sufrió una lesión muscular que le impidió seguir en el terreno de juego. En su lugar entró Jorge Molina y con él volvió a escena el tridente atacante. La lesión obligó a Mel a cambiar el esquema, cayendo a la derecha Rubén Castro, a la izquierda Salva Sevilla, con Emaná y Molina en la punta de ataque.

Hasta la llegada de los primeros goles, el Córdoba controló el partido y las tímidas llegadas del Betis con una buena contundencia en defensa y consiguió secar con su presión al conjunto verdiblanco en ataque. El Betis tenía que buscar otras opciones para crear peligro.

Pero el entramado defensivo del Córdoba se rompió en el 30’ con el gol de Jorge Molina. Salva Sevilla dio un pase preciso al atacante bético a la espalda de la defensa del Córdoba, Molina controló, el balón lo despejó un defensa pero con la fortuna de que ese balón golpeó al delantero y el rechazo le cayó muerto para quedarse delante del portero y poder batirle por bajo. El Betis conseguía romper el armazón defensivo del Córdoba. El gol animó a los de Mel a apretar arriba. El segundo no tardaría en llegar, de nuevo con algo (mucho) de fortuna. Iriney, que se encontraba en la derecha por un saque de esquina, recibió el balón y su centro chut se envenenó, cogió una altura imposible para Navas y entró en la portería para ampliar la ventaja de los béticos. Con los goles, el Betis intentó presionar más arriba para secar la salida del balón del Córdoba, que lo intentó en un buen pase entre líneas pero Goitia pudo adelantarse y repeler a córner antes de que el delantero pudiese conectar la gran asistencia de su compañero.

La segunda parte comenzó con un balón al palo del Betis y con la lesión del portero del Córdoba. Navas al intentar despejar un disparo raso de Molina recibió un fuerte pisotón, de forma fortuita, en la rodilla. El portero del Córdoda, fuertemente pitado durante todas sus participaciones a lo largo del partido, por su presunta implicación en la compra de jugadores por parte de dirigentes del Hércules, no pudo continuar y fue sustituido por Alberto García. A los diez minutos de la reanudación, de nuevo, y van ya varios partidos seguidos, el Betis dio vida a un rival que aparentemente había arrojado la toalla. El Córdoba lanzó una gran contra por la derecha, aprovechando la superioridad de jugadores, pues el Betis acababa de lanzar un córner desde la izquierda. Callejón colocó un gran pase a la cabeza de Sesma que libre de marca remachó casi a placer a la portería de Goitia. Otra vez, el Betis mostró en defensa una fragilidad aparente y que comienza a ser preocupante. Poco minutos después pudo el Betis aumentar de nuevo la renta pero Roversio se apoyó en un defensor para rematar de cabeza una falta lateral botada por Beñat. El cabezazo entró pero el árbitro acertó al anularlo. La incertidumbre volvió a recorrer las gradas del Villamarín. El equipo se sintió inseguro y cometió muchas imprecisiones. El gol alentó a los cordobeses que adelantaron sus líneas y comenzaron a presionar muy arriba. El gol podía llegar para cualquiera de los dos equipos ya que el partido se rompió pues apenas existía el mediocampo. Y el gol llegó, de nuevo con la firma de Rubén Castro, y de nuevo con algo (mucho) de fortuna. Salva Sevilla, en una contra, pisó área, esperó, aguantó el desmarque del Rubén, le pasó el balón y este, de primeras remató. La pelota golpeó el larguero con mucha fuerza y el rechazo golpeó al portero en la espalda para introducirse en la portería del Córdoba. El gol liberó al Betis de la presión del marcador y de los recuerdos del partido contra el filial blaugrana. Los de Mel esta vez si consiguieron matar el partido.

En los últimos minutos buscó el cuarto con alguna que otra buena ocasión, sobe todo en las botas de Rubén y en una cesión que Arzu no pudo materializar. El Córdoba sólo creó peligro a balón parado.

LO MEJOR: Esta vez si pudo rematar el partido. Salva Sevilla dejó huellas de su calidad: tocó, regateó, robó, disparó y dio dos nuevas asistencias de gol.

LO PEOR: Los despistes defensivos dan vida a los rivales. La lesión de Miguel Lopes. Beñat será baja de nuevo, por acumulación de amarillas.

Pd: disculpas por la tardanza. Saludos en verde y blanco.

Joaquín Rueda

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