Marcó Rubén, ganó el Betis y se escuchó el "si se puede"
El Real Betis ha derrotado al Español por dos tantos a cero, ambos logrados por el delantero Rubén Castro, en el encuentro disputado en el Benito Villamarín correspondiente a la jornada 22 de la Liga. El equipo ahora entrenado por Gabriel Humberto Calderón no conseguía la victoria desde el 28 de septiembre pasado cuando derrotó también en Heliópolis al Villarreal (1-0). Ahora, el Betis suma catorce puntos en la tabla clasificatoria y queda a ocho de los puestos que dan derecho a permanecer en la Primera división, zona que marca el Almería con 22 puntos. El Betis se ha llevado los tres puntos de manera justa. Ha sido superior a su rival. Buen estreno de Ndiaye que ha sabido leer con acierto la mayoría de las acciones defensivas mientras que el otro debutante, Adán, salvó con nota la única ocasión del rival.
Casi todos los equipo que han pasado por el Benito Villamarín han tomado el mando del partido. El miedo y la incapacidad del Betis invitaban a ello y el Español no tenía la intención ser la excepción. El equipo de Calderón esperaba agazapado atrás para tratar de robar la pelota y salir al contragolpe. La primera del partido fue del Betis, con un disparo de Salva Sevilla que se marchó rozando el palo de la meta de Casilla. Ndiaye se ganaba los primeros aplausos de la tarde despejando balones en el área mientras Jordi Figueras sembraba el pánico de los aficionados béticos en un cruce con el delantero visitante Córdoba dentro del area que fue reclamado como penalti. Más allá de jugar con tres centrales y dos carrileros, una de las novedades del Betis de Calderón era tratar de salir con el balón jugado desde el portero para evitar balonazos innecesarios. Uno de los más destacados era Juanfran, que a los 23 minutos se marchó por la banda derecha para poner un centro que Rubén Castro mandó fuera por poco. Cualquier equipo es ahora mismo superior al Betis, pero mientras el Español jugara andando había opciones para los hombres de Calderón.
Pero hay un problema. Anímicamente hay jugadores que no están para aguantar la presión de jugar en el colista. Es el caso de Chuli, Verdú y sobre todo Jordi Figueras. Al centrocampista se le abroncó con fuerza cuando no remató a portería un balón suelto en el punto de penalti con todo a su favor. Pasaban los minutos y el partido se mantenía en el aire. El Español no apretaba y el Betis empezó a subir un poco más la intensidad. El premio llegó cuando Rubén Castro aprovechó en el interior del área un balón repelido por el poste tras un lanzamiento lejano de Lolo Reyes. Liberación brutal la que vivieron jugadores y aficionados que empezaron a ver de cerca la posibilidad de volver a ganar un partido.
Calderón empezó a meter gente para refrescar al equipo, pero tuvo la mala suerte de que Nosa cayó lesionado cuando apenas llevaba cinco minutos en el campo. El Betis apretaba en cada balón porque la vida le va en ello. A nueve minutos para el final, Adán tuvo que hacer su primera parada como portero verdiblanco tras buena acción personal de Stuani. Tocaba sufrir hasta el pitido final. Los pulsos de muchos aficionados no podían aguantar hasta que llegó Rubén Castro y puso el segundo gracias a un auténtico golazo. Empezó a sonar en la grada el grito de guerra: “Sí se puede”. La empresa sigue estando casi imposible, pero hoy al menos, muchas semanas después, el Betis ha recuperado la dignidad perdida.
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