"No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos."

Hermann Hesse

Fotografía: Marta Linares


Es normal que se confundan, que se distraiga e incluso que no se llegue a entender. Es normal que las mentes más perversas intenten comparaciones odiosas y casi inimaginables (: bienaventurados los ignorantes). Es normal el daltonismo, la palabrería e incluso el desplante… Es normal la ceguera. Es normal que desde la televisión, o desde el plasma del bar todo quede con un aire onírico, desenfocado, casi irreal… Como un sueño mal recordado. Pero que poco a poco se irá haciendo cada vez más tangible, más real. Conforme te acercas al campo, al inconcluso templo de bendiciones verdiblancas, todo parece ir más deprisa. Como en un galope sostenido, que aporta ese extra que otros grandísimos equipos del mundo ya quisieran, si quiera rozar. Una afición como pocas en el mundo, una fé irremediable y anclada en el centro del pecho justo, traspasando el corazón… llegando a ese finísimo velo que guarda el alma... 11 gramos de alma guerrera, de lucha incesante, de descaro y desparpajo andaluz universal...

Hay algo más grande en el mundo que nacer bético??

Chesco Reyes

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jueves, 1 de noviembre de 2012

R.Valladolid 1 - 0 Betis. Ida Copa S.M. el Rey




Ni cuando fue mejor ni cuando estuvo en superioridad (1-0)



El Betis no supo aprovechar sus mejores minutos con 0-0 ni, ya perdiendo, mostró personalidad para la reacción cuando, además, tuvo media hora con un jugador más en el campo. Derrota en Valladolidpor la mínima en el estreno en la Copa del Rey y la necesidad de remontar en la vuelta, ya a finales de mes, en el Villamarín, con el hándicap de no haber marcado a domicilio. El equipo verdiblanco se fue al descanso sin merecer el 1-0 en contra, germinado en un desajuste defensivo que degeneró en error en cadena, pero en la reanudación, en lugar de mantenerse fiel a sus señas, y especialmente después de que el Valladolid sufriera la expulsión de Sereno por supuesta agresión a Perquis en el minuto 63,se atascó incomprensiblemente en la generación de juego y sus llegadas fueron contadas, olvidados el dinamismo y las buenas intenciones del primer tiempo. Dieciseisavos, primera ronda, muy pronto para tener que remontar


El Valladolid asumió la iniciativa el primer cuarto de hora. El Betis necesitaba espacios en el contragolpe para llegar arriba, ya que en estático se limitaba a acciones individuales o disparos lejanos sin peligro de Salva Sevilla, alguno en acción a balón parado sin más trascendencia. Mientras se recuperaba el toque, al menos no faltaba la intención de buscar el último pase al desmarque de Jorge Molina, dinámico en esta faceta por más que no llegara a conectar con el balón. Atenta la defensa a Manucho, el primer susto que llegó confirmó las precauciones con el delantero angoleño, que en el minuto 20 intentó el gol de vaselina a pase de Lolo tras ganarle la espalda a Paulao. A continuación el lesionado Cañas dejó su lugar en el campo a Beñat, con lo que cambiaba el perfil de un centro del campo ya entonces más hecho para la creación que para la destrucción.

La respuesta a la oportunidad de Manucho la dioJonathan Pereira, que en el minuto 25 dispuso de la primera aproximación de gol real de los béticos: al borde del área pequeña, a pase deAgra desde la izquierda, tirado el luso a esa banda desde el principio, engatilló sin pararla y, con Jaime batido, el larguero impidió el tanto. El sentido del partido ya había cambiado porque el Betis tenía más el balón y su mando se confirmaba con mayor llegada, en acciones como el córner en el que, con Perquis al remate, un defensor local despejó para rozar un poste. Pero, lo que son las cosas, cuando mejor pintaba para el Betis, llegó el tanto de Bueno, en un remate acrobático a centro de Rubén Peña desde la izquierda, desajuste defensivo mediante. Error en cadena con centro fácil desde la banda, adonde Paulao había acudido para tapar tras perder el sitio Ángel, y entrada para el remate de Bueno ante unCasto y un Nacho descolocados y a contrapié.

El paso por los vestuarios devolvió un Betis en el que se había hecho necesario un ajuste después del cambio de Beñat por Cañas. El dibujo pasó a ser el 4-4-2, y es que Salva Sevilla había desaparecido del campo por duplicidad de funciones con el mediocentro vasco, y se hacía necesario recuperar la banda derecha, a la que pasaba Agra, con el ingresado Juan Carlos en la izquierda. En el minuto 55 llegó la primera ocasión para el Betis en el segundo tiempo. Una combinación entre Jonathan Pereira y Jorge Molina se resolvió con un remate desviado del alcoyano. Se hacía importante apretar desde el principio y el Betis no había dudado en poner en práctica la consigna. El siguiente paso era asegurar la continuidad en un juego que se pretendía de convencimiento en la remontada, o al menos un empate con goles a domicilio que en la Copa es oro. Pero esto ya faltó. Y la señal fue que Casto empezó a cobrar protagonismo.

Se vivían los peores momentos del Betis, que entonces vio el cielo abierto con la expulsión de Serenoen el minuto 63. Entendió Estrada Fernández que el central brasileño, que entró en el campo tras el descanso, había agredido a Perquis al soltar el brazo en un encontronazo con el franco-polaco tras una acción de ataque en el área de los verdiblancos. Con media hora por delante para recuperar sensaciones y arreglar el marcador para la vuelta, el foco apuntaba ya directo al Betis mientras el Valladolid recomponía su defensa y refrescaba la delantera. Jorge Molina disparó flojo en el 68 tras una internada de Juan Carlos. Y poco más. Atasco, arreones aislados, nula claridad. Rubén Castro ya estaba en el campo. Y el despistado raramente se percataría de que eran once contra diez. Porque, además, el Betis era el que contragolpeaba, sí. Y en una de ésas, Rubén Castro recibió de Beñat para encarar al defensa y disparar desviado. Hasta el final, poco más; sólo la apelación al Villamarín en la vuelta.

www.alfinaldelapalmera.com

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