Un partido que pintaba bien se lo cargó un árbitro. La historia no es nueva ya que, desgraciadamente, el nivel del arbitraje español es pésimo, pero no por eso no hay que señalar al verdadero culpable de estropear lo que podría haber sido un bonito espectáculo. Porque Álvarez Izquierdo quiso ser el protagonista en un encuentro en el que el Betis se puso dos veces por delante. Primero gracias a Agra, tanto al que respondió Falcao, y luego, con un gol de Juan Carlos al borde del descanso. Pero nada más comenzar la segunda mitad, el trencilla señaló penalti y expulsión de Perquis, jugada en la que llegó empate del Atlético de Madrid. Con un Betis desquiciado, llegó el tercero de los madrileños, pero Álvarez Izquierdo tenía más. No pitó unas manos de Filipe Luis dentro del área, pero sí unas de Campbell que le supusieron la expulsión. El 2-4 ya llegó cuando todo el mundo pedía el final de un partido que el colegiado se encargó de estropear.
Pero cuando finalizó el choque entre los colchoneros y los bilbaínos, por los pasillos del Vicente Calderón ya se empezó a hablar de que el Atlético iba asolicitar el aplazamiento del choque ante el Betispor el partido europeo que antes tenía que jugar. El asunto es que el presidente del equipo rojiblanco madrileño, Enrique Cerezo, la mañana del martes 28 de agosto ya comunicaba de forma semioficial, en mitad de una rueda de prensa, que el partido se entre su equipo y el Betis se disputaría el miércoles 26 de septiembre, fecha libre de partidos de competiciones europeas y de selecciones, sin saber opinión del club heliopolitano, sino que él ya se había puesto en contacto con la Liga y la Federación y entre ellos prácticamente ya lo habían dejado todo pactado. Dos días después, el jueves 30 de agosto, el Betis recibe la notificación definitiva del aplazamiento del partido, y la fecha del 26 de septiembre, tal y como había dicho Cerezo, se confirmó precisamente el lunes, día en el que se tenía que haber disputado el partido.
Y llegó el miércoles 26 de septiembre, se disputa el partido, pero aparece el protagonista de la noche de ayer en el Benito Villamarín, Álvarez Izquierdo. El colegiado catalán enervó las iras del Beticismo -aunque los instantes de violencia que se vivieron en el coliseo de La Palmera no son en ningún momento justificables- y de los jugadores, a los que desquició desde que en el minuto dos de la segunda parte pitara un penalti de Perquis a Falcao, que puede considerarse penalti, y expulsara, con roja directa, de forma rigurosísima al defensor franco-polaco. La jugada era un forcejeo entre los dos jugadores y ni mucho menos el colombiano estaba de cara a gol ante Casto, amén de que Perquis no era el último defensor bético, por lo que como mucho debió ser sancionado con amarilla. El caso es que tras el penalti el Atlético empató el partido a dos goles.
Pero ahí no acabó el esperpento y la maldad de Álvarez Izquierdo contra el Betis. Campbell, que había visto una cartulina amarilla al poco de entrar al terreno de juego, fue expulsado por doble amonestación al entender el árbitro barcelonés que se benefició de un control con la mano para jugar el balón, cuando fue el defensor rojiblanco Filipe Luis el que intentó despejar con su mano la pelota y el rebote sí hizo que el esférico fuera a la extremidad del costarricense. Lo que era penalti para el Betis y expulsión del lateral del Atlético, se convirtió en falta para los de Simeone y segunda amarilla para Campbell, para dejar al cuadro verdiblanco con nueve jugadores.
Al término del partido, Pepe Mel se mordió la lengua para no “perjudicar al club y no perjudicarme a mí, pero espero que, como hombre de fútbol que es, Álvarez Izquierdo tenga televisión en su casa, nada más”, mientras que el presidente Miguel Guillén sí que cargó contra el árbitro catalán, del que dijo que “está incapacitado para pitar en Primera división, está para divisiones inferiores o juveniles”, así como dejó entrever que se elevaría una queja “para que este árbitro no vuelva a pitar en el Benito Villamarín”. Conclusiones de una noche aciaga para Álvarez Izquierdo.
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