Emaná decide de penalti un partido gris de ambos conjuntos
SIN JUEGO TAMBIÉN HAY PARAÍSO
Las distancias con el tercero, ahora el Rayo Vallecano, son ya de 8 puntos
El calendario deparó para el nuevo año un partido de nuevo ante uno de los colistas. Partido a priori, claro para aumentar las distancias con los perseguidores. El guión se cumplió, aunque eso sí, con los actores aún con acidez por el atracón navideño. El partido fue gris tirando a negro. Infumable en espacios públicos, haciendo un símil con la nueva ley anti-tabaco.
Arrancó el Betis con mucha fuerza y con ganas de dejar pronto el partido encarrilado. Esto, pudo ocurrir de forma muy clara en el minuto 6 de partido. Un robo de balón de Emaná casi en el centro del campo propició una contra del Betis que no supo culminar Jorge Molina. La superioridad fue muy evidente, el triplete atacante frente a tan solo un defensor del Nástic. El gol ya se cantaba en las gradas cuando Rubén asistió a Molina que delante de la portería disparó al cuerpo del portero. El Betis lo siguió intentando durante los primeros 10 minutos con relativo peligro, sobre todo en continuos saques de esquina de los que dispuso. Pero ese relativo peligro se tornó en nulo durante los siguientes minutos, concretamente, hasta el penalti. Controló el partido, sin muchos apuros, pero ofreció muy poco cuando se acercaba al área rival. Mientras, el Nástic se defendía como podía, sintiéndose algo más cómodo cuando el Betis dejo de imprimir el ritmo rápido de los primeros minutos. Eso en defensa, en ataque los de Tarragona no ofrecían nada. Lentos en las transiciones y aun más lentos para crear peligro en terreno rival. Muy blando arriba. En el 37’ cambió el sino del encuentro. Un defensa del Nástic realizó un penalti clarísimo sobre Jorge Molina. Lo barrió por detrás, justo en el pico izquierdo del área. No había duda. El penalti lo transformó Emaná para conseguir abrir la lata y encauzar el partido en forma de victoria. Pese al gol, el partido del camerunés no fue bueno. Emaná ofreció su peor versión, no en actitud, porque el camerunés nunca se escondió, se ofreció constantemente y lo intentó siempre, eso sí, sin apenas acierto, pero sí en aptitud. Fue individualista en varias acciones, perdió continuos balones, algunos en partes del terreno muy comprometidas, eligió mal el pase a sus compañeros, buscando siempre la plasticidad frente a la eficacia. Aunque Emaná estuvo a la altura de todos sus compañeros, pues nadie ofreció la mejor versión de sí mismos. El gol despertó al Betis que volvió a darle un ritmo más alto al juego y creó en 2 minutos más peligro que durante la última media hora. Así se llegó al descanso, que no era poco.
La segunda parte supuso los 45 minutos más oscuros de toda la temporada de los de Mel. Muy planos y horizontales en todas las líneas, especialmente en el centro del campo. No hubo ideas ni forma de penetrar por el entramado defensivo del Nástic. Los de Tarragona en la segunda mitad, ofrecieron algo más, sobre todo en ataque pero insuficiente para poder empatar. Crearon peligro en algunas jugadas de estrategia, pero pese a intentarlo con más insistencia su esfuerzo fue inútil. Tan solo al final del partido, Rubén dispuso de dos ocasiones para haber cerrado el encuentro.
Partido muy gris de los de Mel para abrir el 2011. Eso sí, 3 puntos iguales de valiosos y tan válidos como aquellos que, allá por primavera, deben devolver al Betis a la máxima categoría del fútbol español. La brecha con el tercero es ya de 8 puntos. Hasta que termine la primera vuelta, el calendario es benévolo para los verdiblancos y fuerte para los perseguidores. Feliz 2011, el año en que debe cambiar todo.
LO MEJOR: La victoria y que se abre la brecha a 8 puntos con el tercero.
LO PEOR: Partido muy flojo y plano de los verdiblancos, no en actitud, sino en recursos. Mal Emaná.
Joaquín Rueda
No hay comentarios:
Publicar un comentario